miércoles, 3 de julio de 2019

Egipto (en José) Israel (en Jacob)

Fuera de contexto religioso del relato de la hambruna que azotó al mundo, la separación de José de su padre Jacob y el éxodo de esa familia, para luego salir de Egipto con la guía de Moisés es interesante.
No trillaré trigo con maíz. No haré analogías religiosas con ejemplos contemporáneos pero, ¿cómo dejar de ver el poder que tuvo el imperio de los egipcios, bajo la dirección de servidores judíos como segundones?

Israel, en la persona de Jacob y sus hijos, se dedicaron al pastoreo de ganado en Gesén; mientras José era el segundo en la logística alimentaria del faraón y, por tanto, clave de la economía, los ingresos per cápita, clave estratégica de otra expansión estratégica del poderío imperial que ya Egipto tenía esos días ¿Imaginas ser el número 2 del presidente de una nación poderosa y rica?

Hoy, también, Israel es uno de los socios de Estados Unidos en el entorno de esas naciones del cercano Oriente. Habría que revisar datos para determinar cuánto ventajosa sea esa relación en lo económico pero, en lo militar, creo que Israel no tiene rival en el aspecto militar en la economía militar de esa zona, particularmente por lo pequeño de la extensión de su estado. Aquella gente, en Gesén, ¿era mucho mayor que extraños y egipcios?
Al leer ese antiguo relato, se nota que Moisés vino al mundo cuando ya había un decreto para extinguir la vida de cada varón, a efecto de que la etnia de los israelitas no se reprodujera, para que su número de armas o combatientes no superara las fuerzas de los militares egipcios. ¿Era profilaxis racial o estrategia imperial nacionalista?

Hoy, los mismos criterios militares y ex pancionistas siguen vigentes para Egipto, Israel y para el resto de los países vecinos, mismo que cuentan con más población y menos agua y menos recursos económicos...

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